En algunas comunidades, el peligro de la violencia y el crimen desanima a los niños de caminar a la escuela y la gente evita las calles, limitando sus actividades física y restringiendo sus mandados y viajes.
Los programas de Rutas Escolares Seguras pueden ayudar significativamente en el aumento de la seguridad de los niños y adolescentes en estas comunidades.